LOS ALIMENTOS MANIPULADOS GENÉTICAMENTE ESTÁN SERVIDOS

 

 

Los ciudadanos tenemos que conocer algunas de las claves para comprender mejor la envergadura de esta sangrante tomadura de pelo, donde el poder económico y el poder político, sin participación democrática, ya han tomado la decisión de introducir alimentos manipulados genéticamente en nuestros campos, nuestros mercados, nuestras cocinas y nuestros estómagos.

Esta violencia de los hechos consumados y basada en la "pseudociencia" y "tecnologitis" imperantes, ya ha demostrado en un pasado reciente su potencial de catástrofe, bastará con ejemplos como el nuclear.

La diferencia fundamental entre una planta cultivada de forma tradicional y una manipulada genéticamente es que, genes de una planta, son insertados en otra especie con la cual nunca podría cruzarse de forma natural. Estas técnicas también se pueden realizar sobre todo ser vivo, incluido el hombre.

Para introducir los cultivos manipulados genéticamente se aduce a un menor uso de productos agroquímicos, aunque esto no es cierto, lo que "fabrican" son plantas resistentes a un pesticida de amplio espectro producido por la misma compañía (Ejemplo, Monsanto y el herbicida Roundup, que es el más vendido del mundo). Los cultivos resistentes tienen como objeto incrementar su uso de manera espectacular. Cuando se fumiga con este pesticida, el resultado es un campo estéril y contaminado incapaz de albergar vida natural.

También se han diseñado vegetales para que desarrollen su propio pesticida, que pueden terminar con todos los insectos, incluidos los beneficiosos y los que sirven como alimento a la fauna silvestre.

Las plantas manipuladas genéticamente son capaces de cruzarse con variedades silvestres emparentadas y contaminar otros cultivos, ya hay evidencias de colza transgénica que ha contaminado plantaciones de colza tradicional distantes en un kilómetro. Una vez que este material genético se ha liberado al medio ambiente no puede ser retirado, ya que nos enfrentamos a una contaminación que se reproduce a sí misma. Los que están generando esta contaminación genética no tienen ni idea de cómo controlarla y desde luego no tienen intención de pagar los enormes costos que conllevará, como ocurre con los residuos radiactivos.

La manipulación genética va a suponer una reducción drástica de las variedades de cultivo, ya que en estos momentos las grandes transnacionales se han hecho con patentes que afectan prácticamente al 90% de la biodiversidad del planeta para conseguir en 10 años monopolizar la producción de cosechas básicas como soja, maíz, trigo y arroz, en un mercado con muy pocas variedades transgénicas que sólo ellas controlarán.

Todos estos riesgos hay que asumirlos para terminar con el hambre en el mundo. Esta es la gran falacia que hay que desmentir contundentemente.

Las multinacionales de la ingeniería genética no van a conseguir sus astronómicos beneficios vendiendo sus productos a los pueblos más pobres del Mundo. La solución al hambre tiene que venir por el camino contrario, respetando, estudiando y mejorando los sistemas tradicionales adaptados a cada lugar. Se ha demostrado sobradamente que los rendimientos de algunos sistemas tradicionales pueden duplicarse e incluso triplicarse con mínimas inversiones, mediante técnicas que preservan los recursos naturales, mejorando las condiciones de trabajo.

Mientras continúa la política de la desinformación interesada, las transnacionales de la manipulación genética se aseguran el control del mercado agroalimentario, la semilla, el cultivo, el tratamiento, la distribución, la transformación y la venta al indefenso consumidor.

MANIPULACIÓN GENÉTICA EN NAVARRA

El Gobierno de Navarra, por medio de la "Comisión de Bioseguridad", ha permitido ensayos sobre el terreno de diversos tipos de maíces manipulados genéticamente. Navarra además es de las primeras provincias donde ya se cultivan comercialmente plantas de maíz transgénicas resistentes a la plaga del taladro.

Aunque desde el Gobierno de Navarra se intenta tranquilizar al ciudadano, diciendo que se cumplen las condiciones de seguridad, a fin de prevenir riesgos para la salud humana y el medio ambiente, los propios informes del Departamento de Medio Ambiente, a los que hemos tenido acceso, no son nada tranquilizadores. Se limitan a una simple fotocopia de la evaluación de riesgo de la liberación en campo de maíz modificado genéticamente realizado por el Ministerio de Medio Ambiente de Madrid, sin que la Administración Foral haya intervenido en ningún sentido, cuando las directivas comunitarias sobre la materia, dan las competencias sobre su regulación a las comunidades autónomas.

Uno de los informes del Ministerio, lleno de frases condicionadas como: "luego no se esperan...", "sólo afecta...", "solo para ciertas larvas...", "se considera apropiado...", llega a la siguiente conclusión: "Se considera que el ensayo propuesto no supone ningún riesgo significativo para la salud humana y/o el medio ambiente".

Pero lo verdaderamente inquietante está en la coletilla final: "Una vez concluidos estos ensayos de campo, deberá enviarse el informe de los resultados del mismo a la autoridad competente, en especial en cuanto a los posibles efectos sobre el medio ambiente y la salud humana.

¿Si no suponen ningún riesgo, cómo es que piden un informe sobre los efectos?, la respuesta a esta pregunta es inquietante, ¿están experimentando con nosotros?.

Ante ésta situación ECOLOGISTAS EN ACCIÓN hace las siguientes propuestas:

1ª.- Pedimos en Navarra una moratoria, en base al principio de prevención, sobre cualquier experimentación basada en la manipulación genética.

2ª.- Demandamos un debate sobre el tema, en el que los ciudadanos tengan acceso a opiniones contrarias a la manipulación genética.

3ª.- Exigimos que Navarra se posicione, en todos los foros, a favor del etiquetado de los productos manipulados genéticamente, y denuncie el oscurantismo de las multinacionales de la transgenia.

4ª.- Es necesario que se cree en Navarra una Comisión de Bioseguridad democrática, en la que puedan participar colectivos sociales y ciudadanos que son críticos con estas nuevas técnicas.

Si te preocupa la manipulación genética, existe la PLATAFORMA NAVARRA ¿TRANSGÉNICOS?, ¡NO GRACIAS!, en la que participa ECOLOGISTAS EN ACCIÓN. Llámanos y te informaremos.